jueves, 18 de septiembre de 2014

En su noche.

La miré con el pensamiento
allí estaba su sonrisa,
tan a flor de boca…
tal como la conocí en mi mente.

La mirada cómplice,
aunque con un pequeño dejo de timidez.
Su vuelta fue divina.

Ni la noche nos alcanzó.


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